Escribe: Carlos Biurrun
El pasado día 11 de marzo ICEA publicaba el Informe técnico de 2010 y en general los comentarios que se han hecho han sido positivos, especialmente si se comparan con los de otros sectores, incluidos los bancos y cajas.
¿Está justificada una valoración positiva del resultado del seguro y de manera específica del negocio de no vida?
En mi opinión no se justifica la euforia en la valoración y voy a tratar de explicarme, sometiendo mi valoración a otras mejor fundadas.
Es verdad que el resultado técnico-financiero de no vida ha crecido el 4,61% pasando de 2.991 millones a 3.129.
Sin embargo, los principales productos, autos y multirriesgos, tienen una clara tendencia a la reducción de márgenes. Su resultado ha pasado de 1.554 millones en 2009 a 1.160 millones en 2010, es decir, ha disminuido nada menos que un 25%.
Además, tanto 2009 como 2010, las provisiones técnicas de autos han disminuido un 4,06% y un 5,22% respectivamente. Me pregunto, ¿será correcto el boni de reservas u obedecerá a otras razones? En cifras absolutas el boni de reservas supuso en 2009, 422 millones y en 465 en 2010, nada menos que el 42,62% en 2009 y el 58,3% del resultado técnico-financiero.
Podemos observar, por otra parte, que los rendimientos financieros y otros ingresos imputados a autos y multirriesgos fueron de 1.281 en 2009 y de 1.120 millones en 2010, es decir, el 82 % en 2009 y el 96,5 % en 2010 del resultado lo sostienen dichos rendimientos financieros imputados.
En 2009 autos y multirriesgos suponían el 56,97% de las primas retenidas y el 51,95 % del resultado no vida. Un año más tarde, las primas retenidas de estos ramos representan el 51,95 % y el 36,35 %.
En otro momento haremos un análisis de resto de variables de la cuentas.
Valgan estos apuntes para dar, insisto, salvo mejor opinión, un toque de atención a ciertas euforias en la valoración de resultados.
Mi observación de lo que está pasando en los estados mayores de las Compañías apunta a un endurecimiento de las condiciones de selección de riesgos y a un ajuste de los gastos externos. Por ello es urgente que Tirea acelere los trabajos de racionalización y reparto de tareas para que las relaciones entre Compañías y Mediadores no se deterioren y se apliquen criterios objetivos a las negociaciones de condiciones.