La mirada perdida del coloso de Mogor

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un buen colofón de un verano intenso de sensaciones, descanso, lectura, gastronomía, viajes, tertulias con amigos, encuentros con familiares, descubrimientos, como el que nos manda y glosa nuestro amigo Gonzalo Iturmendi que compartimos con todos nuestros lectores.

«Aún permanece quieto en el mismo lugar, silente, como suspendido en el tiempo. Su mirada impasible está clavada en el horizonte, los brazos cruzados. Muy cerca los niños juegan, las gaviotas saltan, algún curioso lo observa. Todos los días el sol implacable acude a su cita. Parece que puede ver el mar, escuchar los susurros de las olas, sentir en su piel de bronce el viento, apreciar los aromas de las mareas, saborear la salitre. Pero hay algo más, como si fuera un sexto sentido, contempla» (Gonzalo Iturmendi)

coloso
La escultura de bronce de este imponente coloso  está situada en un mirador próximo a los milenarios petroglifos de Mogor, en la Ría de Pontevedra, Concello de Marín, desde donde se divisa un paisaje extraordinario.

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