Reflexiones veraniegas: Humanos con recursos vs Recursos Humamos

Pertenece a la serie: Reflexiones veraniegas: el modelo de empresa que no se estudia en los MBAs

Escucho música de los ochenta mientras escribo esta reflexión y es que me trae recuerdos de aquella década, de cuando al terminar el BUP y el COU, un «orientador académico» nos aconsejaba sobre que carrera elegir en función de nuestro perfil.

En mi caso dijo algo parecido a: «…no es aconsejable ninguna carrera que derive en un Dpto de Recursos Humanos, es demasiado considerado con los demás …. «, vamos que lo que venia a decir es que era un poco «blando» para estar en RRHH.

Si os soy sincero, le tengo que estar agradecido a aquel «orientador», porque si hoy en día se me siguen marcando los abdominales, es, en parte, por las risas que me hecho cada vez que lo recuerdo….

Los ochenta pasaron, y espero que este concepto de RRHH también y si podría volver atrás en el tiempo (con la ayuda del profesor aquel de la peli, también ochentera, de «Regreso al Futuro» ), buscaría a aquel «orientador» y le sugeriría la posibilidad de «considerar» la idea de un Dpto de RRHH en el que el cliente principal, en lugar de la empresa (*), sea cada uno de los empleados y cuyo único objetivo sea potenciar su desarrollo personal, dotandoles de los recursos que necesiten.
(*) la empresa se vería más beneficiada indirectamente, de lo que ahora lo hace directamente.

Y si después de poner en marcha esto ve que la cosa no funciona, pues entonces sí, que cree el Dpto ese del que habla, que en base a normas y reglamentos es capaz, de «estandarizar» el comportamiento de todo un colectivo, pero que aproveche y le cambie el nombre: Dpto de Recursos Estandarizados (RREE)

PD: por cierto la canción que estaba escuchando es de «Hombres G» y el titulo «Voy a pasármelo bien», y aquí tenéis el enlace al videoclip, que no tiene desperdicio …

2 comentarios en «Reflexiones veraniegas: Humanos con recursos vs Recursos Humamos»

  1. Gracias por el comentario Carlos, efectivamente, yo también tengo la sensación de que cuanto mas grandes se hacen las estructuras de cualquier tipo (laborales, sociales, …), menos terreno queda para el desarrollo de las personas.

    Creo que todo tiene un limite numérico y nosotros estamos llegando a él. Ademas este es uno de los argumentos principales del próximo libro que voy a tuit resumir «El crash del 2010»

    Un abrazo,

    Oscar.

  2. Estimado Óscar,

    No solo me ha gustado el artículo sino que también me tira la cancioncita de marras. Desdenfadados ambos pero… ¡bien!

    Quisiera compartir tres situaciones reales y que vienen al caso:
    – En una determinada compañía tenías a «Terminator»; era «el de RRHH» y cuando aparecía había despido o prejubilación al canto. Era su cometido reconocido pues para captación estaba el Dtor de Sucursal. Supongo que ese perfil era capaz de cumplir los prodigios exigidos por tu «orientador».
    – En una de esas reuníones anuales de una aseguradora, un ejecutivo que llevaba 14 años en la misma pero que procedía de otra entidad anterior tuvo la osadía de hacer una pregunta. Por contestación recibió la siguiente: «¡Como se nota que no eres uno de nosotros!». Lo cual es una nítida presentación de la visión que dicha entidad tiene del factor humano.
    – En general, en estos tiempos que corren pero con un recorrido en la memoria de quien escribe de más de una década, las aseguradoras han optado por el hombre orquestra: se ha tomado el objetivo general de cada una de las líneas de negocio y se ha hecho parte alícuota por individuo de tal forma que dicha tábula rasa ha hecho desaparecer la especialización, la vocación, la segmentación, etc. La empresa aseguradora ya no tiene especialistas en ahorro, en inversión, en riesgos industriales, en RC o en autos capacitados, ilusionados con su área de conocimiento y comprometidos con algo que les hace prósperos y felices. Ahora tiene seres grises, meros cumplidores de compromisos comerciales con el único objetivo de conseguir un rappel o un viaje de incentivo que pagarán en forma de rendimientos en especie. Esos seres grises contarán con desespero los días que les faltan para su jubilación anticipada. El día que romperán sus cadenas.

    Sería algo hermoso que la RSC mirara de vez en cuando por esa ventana que da al patio de luces. Donde se tienden los trapos sucios.

    Saludos,

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